Índice de este artículo
Hans Hillewaert
El saboga es un pez de mediano tamaño de la familia taxonómica Cupleidae, estrechamente emparentado con las sardinas (te sugiero la ficha de este pez), arenques, sábalos, entre otros taxones.
Es endémico en Europa y tiene hábitos migratorios anádromos. Su estado de conservación en España es catalogado como vulnerable debido a la construcción de represas y estructuras hidráulicas en los cauces hidrológicos, la pesca también parece afectar negativamente a la especie. Sumado a lo anterior, la contaminación de las aguas por vertidos industriales complican un poco más el panorama para el saboga.
Alosa fallax goza de interés comercial como especie de consumo por su preciada carne, en consecuencia, su captura está regulada desde el punto de vista legislativo. A nivel internacional también está incluido en el Anexo III del convenio de Berna.
Características físicas
Alosa fallax es un pez de tamaño medio, con una talla promedio de 400 mm de largo total, logrando alcanzar un máximo de 550 mm. Son alargados y lateralmente muy comprimidos, dándoles un aspecto plano. Su coloración es de un reluciente plateado como una hoja de metal, con un dorso ligeramente oscurecido en una tonalidad entre verde y azul.
Una de sus características distintivas es una línea de 7 pequeñas marcas negras, como puntos que van desde el opérculo branquial, bordeando entre el dorso y el lateral hasta llegar a la mitad de su cuerpo, justo debajo del último radio de la base de la aleta dorsal. Las aletas pectorales y las aletas pélvicas son de una tonalidad olivácea. Goza de escamas de considerable tamaño y un tanto alargadas.
Áreas de distribución
Se trata de un pez originario de casi toda Europa, con presencia en toda la costa desde el mar Negro hasta las costas del mar Báltico, incluyendo a Gran Bretaña, Irlanda y algunas de las islas del mar del Norte.
Hábitat del saboga
El saboga hace vida es ecosistemas costeros, específicamente en estuarios, pero como parte de su ciclo reproductivo, presenta hábitos migratorios recorriendo aguas arriba hacia los ríos al menos una vez por año.
En España aún pueden encontrarse poblaciones de Alosa fallax relativamente estables en los estuarios de la desembocadura del Ebro, así como en el río Chanza limitando con Portugal. Tanto Francia, como Bélgica y Holanda son los países que presentan poblaciones más numerosas de esta especie, y una abundancia relativamente estable en casi todos su ríos que drenan hacia el mar.
De qué se alimenta Alosa fallax
La alimentación de Alosa fallax está determinada por dietas según su edad. En los primeros 2 años de vida se alimentan de invertebrados bentónicos y uno que otro insecto que caen a la superficie del agua. Ya en los ecosistemas costeros o estuarios, la dieta es enriquecida con el consumo de plancton y pequeños crustáceos (accede a contenidos relacionados con estos invertebrados).
Cuando son adultos, suelen agruparse en grandes cardúmenes y frecuentar el fondo de la columna de agua donde se alimenta mayormente de crustáceos, peces y moluscos adheridos al bentos.
Reproducción del saboga
La temporada de reproducción de Alosa fallax comienza en el mes de abril, cuando los individuos en edad reproductiva remontan aguas arriba hasta alcanzar las cuencas altas, áreas en donde las aguas son más someras.
Las hembras frezan en el sustrato del río, preferiblemente arenoso o de grava fina, mientras el macho sumido en un frenesí descarga su material genético destinado a fertilizar las puestas de huevos. El tiempo de eclosión de los huevos es de 2 a 8 días. Son maduros sexualmente a partir de los dos años en individuos machos, el desarrollo en hembras es más tardío (3-7 años).
Para finales del mes de junio, se estima que culmina la actividad reproductiva del Alosa fallax, emprendiendo inmediatamente el descenso hacia los estuarios en las desembocaduras. Los juveniles aptos también migran aguas abajo con los adultos reproductores.
Deja una respuesta